viernes, 9 de abril de 2010

La importancia del fracaso y el drama de Teoría literaria [Por Pedro Ignacio]

  A Helen Cova y Kike. 

  Kike, un amigo muy querido de por ahí, me dijo algo así como "en el mensaje ese de Facebook sonaste a que pedías disculpas, por no escribir en la bici". Y yo: "¡claro que no!... bueno sí, pero es para que la gente que está ahí, que nos sigue, no crea que abandonamos el proyecto"... Ahora que lo pienso, quizás, me pedía prórroga a mí mismo. Me escribí “tranquilo Pedro, ya retomaremos”. 

   Así que, como quieran tomarlo, para mí, para ustedes: la razón por la que ahora podemos leer mi nombre entre corchetes al lado del título es porque ahora tenemos más articulistas ¿recuerdan los ciclistas? Ya empezaron a pedalear… En este momento trabajamos en un sistema de publicación. Imaginemos “sistema” no como sistema burocrático o socio-económico, sino como sistema nervioso, es decir un poco más del orden orgánico, y no tanto como esos en los que solemos sentir que es la norma por la norma. Estamos en la búsqueda de un sistema que corresponda con nuestros nervios. Y eso es lento. 

   Además, además, además, existen factores como Bertolt Brecht, la clase de teoría literaria y las pautas de un trabajo que desconocía por completo. El propio “estoy más perdío que el hijo de Limber”. Perdido del trabajo, no de la materia, si lo estaba, quiero dejarme bien claro que no fue por descuido, sino por todo lo contrario. He estado haciendo especial esfuerzo por entender lo que estudiamos en estos momentos, y bien sabido es que estas disciplinas casi nos exigen fracasar. 

   He aquí el porqué de mi fuerte oposición al sistema (entendiendo éste, sí del orden de lo inflexible) de inscripción de materias de Letras en el cual los estudiantes de mejor promedio tenían prioridad para elegir qué materias y con cuáles profesores cursar: la literatura le canta más al fracaso, que al éxito, nuestro héroe es el Quijote, no Obama. Por fracasado, amante del fracaso, no supe explicarme mucho en aquel momento, pero intervine con el corazón en la mano para declarar que considero criminal que se le prive a un estudiante que fracasó ver clases con los profesores más solicitados, que son los más apasionados. Hombres y mujeres que tienen escritos en sus ojos todas las batallas perdidas, todas las muertes, los desengaños, los amores no dados de la literatura. El mayor honor de todos, ver clases con alguien que en secreto reconoce en Madame Bovary una amiga o en Bertolt Brecht un compañero de estudio… 

   Establecer un sistema del mérito en una Escuela de Letras no tiene ningún sentido, ahora entiendo que sería igual a escribir en las paredes de nuestras aulas que está prohibido fracasar, naufragar como llama hermosamente María Fernanda Palacios. 

Lo confiesa J. K. Rowling a un grupo de graduandos de Harvard: 
El fracaso me dio una seguridad interior que nunca experimenté al pasar los exámenes. El fracaso me enseñó cosas acerca de mí misma que no hubiese podido aprender de otra manera. Descubrí que tengo una fuerte voluntad, y más disciplina de la que esperaba. Y también descubrí que tenía amigos cuyo valor es mucho más alto que el de los rubíes. […] Si me dieran una máquina del tiempo o un Gira-Tiempo, me diría a mi misma a los 21 años que la felicidad personal reside en saber que la vida no es una lista de adquisiciones o logros. Sus calificaciones, su currículum, no son su vida, aunque conocerán a muchas personas de mi edad o mayores quienes confunden estos dos aspectos. La vida es difícil, y complicada, y más allá del control de cualquier persona, y de la humildad de saber que se te permitirá sobrevivir a sus vicisitudes. 

    Por eso la Bicicleta legitima el bosquejo, el error. Señores imaginantes: el fracaso es importante. Respiremos que las intervenciones torpes de la clase de teoría, la posibilidad de salir mal en el trabajo, estar perdido es rutina de los más apasionados. Aunque es claro que es muy difícil conjugar esto con la llamada “disciplina”, es decir no podemos esperar que nuestros profesores entiendan nuestras faltas de esta manera. Sin embargo, recordemos, profesores, estudiantes, que podemos estar comprometidos mientras estamos perdidos. En fin, con menos angustia me acercaré a la crítica de Bertolt Brecht, si observan su foto verán que no es precisamente de temer, de hecho la simpatía de su foto recuerda a los hermanos Marx, cómicos estadounidenses, e irónicamente no a Karl Marx. 


  Bueno, los de la Bicicleta seguimos trabajando, queridos imaginantes. Entiéndase que no sé dónde comienza el compromiso con mi persona y dónde comienza el compromiso con ustedes.



Nota a los profesores de la Escuela: Quisiéramos que prescindieran de preguntarnos en clases de manera inquisitiva, como Quién quiere ser millonario sin opciones, como un crucigrama imposible, como castigo, venganza. Por una parte, porque desde primer semestre sabemos que no sabemos, pero sobre todo porque interrumpen nuestro fracaso personal, y el estudio se transforma en angustia. Como si una pared del cuarto íntimo en el que leemos se abriera cual telón para revelarnos un público, quebrando y repartiendo en fragmentos nuestra relación con los textos. 

Desmoronándose ante cien ojos lo que es, sin duda, parte del proceso creativo que contiene la lectura. 

Nota: la primera foto es de Bertolt Brecht, crítico marxista (por Karl Marx), poeta y dramaturgo, y la segunda del cómico Groucho Marx. 

8 comentarios:

  1. Que feliz me siento de ser una fracasada... :) Mila

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  3. "Estar perdido es rutina de los más apasionados." (L) Es cierto, los fracasos nos hacen quienes somos... Estando perdida me he encontrado, y así, volveré a perderme... Necesitaba leer palabras como estas en estos momentos. Gracias ^^
    Sigan pedaleando =)

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  4. El fracaso es parte del trayecto que debemos tomar para conocernos a nosotros mismos. Extrañaba leer a mi querida bici.

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  5. Hasta hace unos segundos defendí el sistema de inscripción por mérito. Bachillerato en Ciencias y tíos ganaderos... comprenderán

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  6. Ay "Ansiedad"... Te odio con mucha fuerza. Pero es cierto el fracaso es como comerse esos horribles vegetales, y eso que yo como de todo -.-

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  7. "La estética del fracaso es la única durable."

    Jean Cocteau.

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  8. y es hoy, cuatro meses después, que con curiosidad vengo a saludar a la bici una vez más (pero esta vez voy más allá y descubro que esta entrada no la había visto nunca) y siento la impotencia de mi constante "lo hago en un rato" por no haberlo leído cuando debía y por no continuar mis proyectos...concluyo que extraño pedalear y ver el pedaleo...
    gracias pedris...necesitaba de estas palabras enormemente :)

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